Buscar este blog

jueves, 4 de febrero de 2010

EL PALACIO DEL OBISPADO DE MONTERREY


Situado en la Loma de Vera, el Palacio del Obispado es uno de los íconos arquitectónicos del noreste de México, y es además la construcción más antigua de la ciudad de Monterrey.

Hacia 1787 empieza a construir el Palacio del Obispado, o de nuestra señora de Guadalupe como también se le conoció, en la Loma de Vera localizada en ese entonces en las afueras de la ciudad al poniente de la misma. Esta construcción se proyectó sería la casa oficial del Obispo en turno.

En su edificación se utilizaron básicamente sillares muy grandes de extraordinaria calidad, procedentes de esta misma Loma. Según los documentos de la época, en tres años se terminó el obraje, con excepción de la cúpula que se concluyó hacia el año de 1797. Todo parece indicar que fue el propio obispo Verger quien se encargo del diseño del edificio, y que José Moriño Sotelo fuera el responsable de coordinar los trabajos que probablemente fueron realizados por canteros, talladores y otros magníficos artífices de origen tlaxcalteca, y su estilo corresponde al barroco europeo.

Tras el abandono del edificio por parte de la comunidad religiosa, el palacio, abandonado y falto de mantenimiento, fue utilizado como cuartel durante la época de la independencia, lo que provocó que se le agregaran cañones en 1816. El comandante realista Joaquín de Arredondo lo utilizó como base para combatir a las fuerzas insurgentes.

Durante la invasión norteamericana a Monterrey en 1846, los soldados mexicanos resistieron los embates de las brigadas del general John Worth, quien finalmente conquistó esta loma para la causa norteamericana el 22 de septiembre de ese año, dando pie así a la creación del lema popular que en ese tiempo cobró mucha fama: “quien controla el Obispado, controla la ciudad de Monterrey”.

Para agosto de 1888, fue declarado el edificio como propiedad federal instalándose así un hospital, en donde se atendió a los enfermos de fiebre amarilla durante la terrible epidemia que azotó a Monterrey a fines del siglo XIX e inicios del XX. En cuanto al terreno adyacente, éste fue enajenado por el gobierno estatal.

Durante el Porfiriato, las proximidades de la Loma del Obispado se convirtieron en un paseo público. Comenzaron entonces los planes para la rehabilitación del edificio. Sin embargo el estallido de la Revolución Mexicana, y su uso de sitio para la práctica de tiro al blanco por las fuerzas federales y los revolucionarios deterioraron más el inmueble. Aunado a ello, se instaló un cabaret en sus instalaciones durante los años siguientes promovido por las autoridades revolucionarias anticlericales.

Fue declarado monumento colonial el 8 de diciembre de 1932, pero estuvo varios años sin uso definido, hasta que se restauró en la década de 1950 con la intención de instalar ahí el Museo Regional de Historia de Nuevo León, el cual fue inaugurado el 20 de septiembre de 1956, labor que aun desempeña en beneficio de las familias regiomontanas.

1 comentario:

  1. Sin lugar a dudas el OBISPADO es uno de los pocos monumentos que se conserva en pie, de mas de 200 años, el General Williams Jenkins Worth quien comando la toma del Obispado el 22 de Septiembre de 1846, se enfrentari con el Coronel Mexicano Franciaco Berra quien con mas de 250 hombres defendio este bello monumento, la Cupula del Obispado al parecer fue realizada entre los años de 1853 a 1857 por el Obispo VEREA quien fue expulsado de Nuevo Leon, sin duda el Obispado guarda muchas historias

    saludos a CLIOREGIO por recordarnos a este monumento.

    ResponderEliminar