Relatar los aspectos más importantes de la vida de Monterrey desde sus pobladores originales hasta la actual ciudad globalizada
Buscar este blog
jueves, 29 de abril de 2010
AGUSTÍN DE ITURBIDE: ¿LIBERTADOR DE MÉXICO?
En el marco de los festejos del Bicentenario de la Independencia, es necesario creo yo, poner puntos en la balanza sobre el contenido de nuestra historia. Como parte de nuestra educación escolar, se nos ha enseñando a adjetivizar la historia y a sus protagonistas. Tal es el caso que tenemos en mente un sinfin de personajes que por el solo hecho de ser ridiculizados y rechazados por lo que los historiadores llamamos "historia de bronce" (dedicada a reconocer a personajes ganadores y a villanizar a los perdedores de la historia), hemos juzgado ya, sin un análisis minuosioso, a los hombres y mujeres de carne y hueso que estuvieron en el escenario nacional tomando desiciones correctas y equivocadas.
En lo personal, Agustín de Iturbide es un personaje que ha sido desechado por la historia patria a tal grado que decretos presidenciales (como el de Luis Echeverría durante su gobierno) han opacado su figura y han desvirtuado sus hazañas.
Iturbide, un criollo de la época independencista, nació en Valladolid (hoy Morelia) en el marco de una familia prominente de aquella ciudad. Desde su niñez se destacó como jinete y en las labores agrícolas. En su juventud se incorporó a la milicia donde destacaría años después.
Pariente segundo de Miguel Hidalgo y Costilla por la línea materna, fue invitado por este a incorporarse al ejército insurgente encabezado por el referido cura. Al negarse a participar en la insurgencia, Iturbide fue pieza clave an varias victorias realistas en contra de los ejércitos de Hidalgo, Morelos y Mariano Matamoros.
Su rapacidad para realizar la guerra, la valió la fama de sanguinario y corrupto por sus oponentes. Castigado por sus excesos fue separado de la milicia entre 1817 y 1820. Promovido al puesto de comandante del sur del ejército realista por su amante "la Güera Rodríguez", promulgó el Plan de Iguala en donde desconocía el antiguo régimen virreinal y declaraba la independencia mexicana. Su gran capacidad negociadora y su astucia para el diálogo le permitió unir, por pirmera vez, a los principales actores de la sociedad novohispana (incluyendo a los insurgentes).
Una vez lograda la independencia el 28 de septiembre de 1821, Iturbide fue coronado emperador de México en 1822, abdicando al año siguiente por problemas con el Congreso, levantamientos armados y revueltas políticas.
Exiliado en Europa, regresa al país en julio de 1824. Un decreto del Congreso Nacional, que lo declaraba traidor a la patria, lo hizo reo de muerte, muriendo fusilado el 19 de julio de 1824 en Padilla, Tamaulipas. Sus restos se localizan en la catedral de México, esperando que la historia (y los historiadores) le hagan un juicio justo en este 2010 sobre sus procederes, y que las voces que lo señalan como traidor, sanguinario y corrupto revisen su vida y callen ante la evidencia.
P.D. En este 2010, el nombre de Agustín de Iturbide debe estar mencionado en las celebraciones sobre el Bicentenario como el consumador de lo que inició Hidalgo en 1810. Me quedo con las palabras del historiador Torres Cuevas "en los mexicanos hay dos odios ancentrales al momento de hablar de historia: el de hablar del padre de la nacionalidad mestiza (Hernán Cortés) y el de hablar del padre de la patria mexicana (Agustín de Iturbide). Y tu que opinas?.
La
Suscribirse a:
Entradas (Atom)